Los profesionales se han entrenado para atender a los pacientes
El Hospital Materno Infantil ha incorporado una sala de Vídeo-Electroencefalografía (Vídeo-EEG) de larga duración para el diagnóstico de epilepsia en pacientes en edad pediátrica. La epilepsia supone uno de los mayores motivos de consulta en neurología infantil. Este centro es referencia provincial para los pacientes menores de 14 años, de los cuales unos 3.000 padecen esta patología en Málaga.
Gracias a la incorporación de este equipo, el Materno Infantil, centro que forma parte del complejo del Hospital Regional Universitario de Málaga, ha implantado la unidad pediátrica, cuya técnica sirve para el diagnóstico de certeza de trastornos paroxísticos en la edad pediátrica y para el enfoque de los trastornos del sueño en la infancia.
La jefa de servicio de Pediatría, Esmeralda Núñez, señala que esta unidad sitúa la epileptología pediátrica malagueña «a la vanguardia de la asistencia para esta enfermedad y supone un espaldarazo para nuevas iniciativas de crecimiento en la cartera de servicios de nuestro hospital como la cirugía de la epilepsia», agrega.
«La experiencia previa ya existente de la unidad Vídeo-EEG de adultos ha supuesto un punto de partida que ha ayudado mucho a la implantación de esta importante herramienta que hasta ahora requería la derivación fuera de la provincia para el caso de los pacientes menores de 10 años. Por ello supone un hito en el avance de la especialización del Hospital Regional de Málaga y una ventaja para los pacientes de nuestra ciudad», agrega la jefa de sección de Neurofisiología, Victoria Fernández.
El equipo de última generación EEG con televídeo continuo ha requerido el entrenamiento del personal de enfermería que la atiende 24 horas y del equipo de guardia de facultativos de Pediatría, con un protocolo de actuación consensuado entre los distintos profesionales implicados en su funcionamiento.
La implantación de la sala de Vídeo-EEG pediátrica soluciona las necesidades diagnósticas en este campo de los clínicos implicados en la atención neurológica a la infancia y ha sido una iniciativa de los servicios de Neurofisiología y Pediatría, dando respuesta a las asociaciones de pacientes que han estado apoyando la implantación desde su perspectiva como usuarios de la sanidad pública.
La media de estancia por paciente es de entre tres y cinco días, con el objetivo de contar con un margen de tiempo suficiente para que se produzcan episodios para registrarlos y, de este modo, poder analizarlos. Para ello, el paciente ingresa en la sala y se le colocan los electrodos en la cabeza para el control de la actividad neuronal. Además, se le graba por vídeo para tener la imagen y correlacionar las manifestaciones clínicas con la actividad eléctrica de las neuronas. A su vez, estas imágenes se ven en tiempo real en el control de la planta para que la enfermería pueda actuar en caso de visualizar una crisis convulsiva junto a los facultativos de pediatría -y con la UCIP, en caso de estatus convulsivo o crisis prolongada, a la que está próxima-. Todo queda grabado para que las facultativas de Neurofisiología analicen los resultados y puedan contribuir al diagnóstico y seguimiento de los pacientes con epilepsia. Cada semana se estudiará a un menor, que podrá estar permanentemente acompañado por un familiar.
Fuente: Consejería de Salud y Familias
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