Su finalidad es liderar e impulsar actuaciones que reduzcan el riesgo de selección y diseminación de resistencias a los antimicrobianos
El Consejo de Gobierno ha aprobado la Estrategia conjunta frente a la Resistencia a los Antimicrobianos en Andalucía para el periodo 2023-2027, cuya finalidad es liderar e impulsar actuaciones conjuntas que reduzcan el riesgo de selección y diseminación de resistencias a los antimicrobianos para preservar y mejorar la salud de la población.
El documento, elaborado por la Consejería de Salud y Consumo en colaboración con la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, señala que dicho objetivo se buscará mediante un abordaje integral para prevenir, detectar y controlar enfermedades y muertes causadas por microorganismos resistentes a los antimicrobianos con un enfoque One Health, a través del trabajo conjunto en salud humana, sanidad animal y medio ambiente.
La Estrategia se sustenta en distintos valores como el compromiso con la salud única, ya que tiene en cuenta la prevención y el control de la resistencia a los antimicrobianos desde todos los ámbitos; la innovación e investigación en nuevos ámbitos mediante el análisis del impacto de la resistencia antimicrobiana de cualquier origen en la salud de la población; o la corresponsabilidad fomentando el cambio de comportamiento responsable a nivel individual y comunitario en relación con el uso prudente de los antimicrobianos en humanos, animales y su presencia en el medio ambiente.
Además de la colaboración y cooperación multisectorial para garantizar que las medidas de prevención y control se apliquen de forma coordinada, se fomentan las alianzas con todos los sectores implicados; la participación de la ciudadanía y profesionales para hacer frente a la resistencia antimicrobiana como amenaza de salud pública; y la sostenibilidad con compromiso con los objetivos de desarrollo sostenible que buscan satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones del futuro, contando con tres factores claves: sociedad, economía y medio ambiente.
Del mismo modo, en la Estrategia se establecen líneas estratégicas y objetivos, que a su vez incluyen acciones. La primera línea estratégica es la relativa a la vigilancia y monitorización del uso y las resistencias a los antimicrobianos y su impacto en la salud de los pacientes y la población. Dentro de sus objetivos destacan mejorar la vigilancia del consumo de antimicrobianos en Atención Primaria, hospitales y centros sociosanitarios; optimizar y estandarizar la vigilancia de sensibilidad y las resistencias a los antimicrobianos; mejorar el conocimiento sobre la epidemiológica y el impacto de las enfermedades infecciosas, así como los resultados clínicos de los procesos tratados; proporcionar información periódica a profesionales y gestores sobre los datos prescripción, resistencias a los antimicrobianos, efectividad de los antimicrobianos y resultados clínicos; analizar y hacer seguimiento de los datos de consumo de antibióticos en explotaciones ganaderas para fijar consumos medios aproximados y detectar desviaciones; reforzar el seguimiento de datos de consumo de antimicrobianos por sectores específicos y en integradoras; o identificar los principales productos antimicrobianos susceptibles de pasar al medio ambiente, entre otros.
En la segunda línea estratégica se abarcan medidas de control de la prescripción y del uso seguro de los antimicrobianos y fitosanitarios, mediante la implantación de programas de calidad. Así, se marcan objetivos como consolidar y ampliar los Programas de Optimización de Antimicrobianos a todos los ámbitos de atención sanitaria; diseñar y proporcionar recomendaciones y recursos para garantizar la adecuación y uso seguro de los antimicrobianos; impulsar el desarrollo de tecnologías de la información como herramientas de ayuda a la prescripción y la toma de decisiones clínicas para el abordaje adecuado de procesos infecciosos; establecer mecanismos de coordinación entre centros hospitalarios y de Atención Primaria para garantizar la continuidad asistencial en la atención de pacientes con enfermedades infecciosas en todos los ámbitos; desarrollar un programa integral para el abordaje de las resistencias en los centros sociosanitarios; integrar la información disponible sobre vigilancia en los Planes de Control Oficial para establecer factores de riesgo en la selección de la muestra de control; o dotar de personal inspector suficiente para reforzar las actuaciones de seguimiento del cumplimiento y de los posibles incumplimientos y adopción de medidas correctoras.
Otros objetivos son eliminar malas prácticas en la prescripción/dispensación de medicamentos veterinarios y especialmente antibióticos con la aplicación del marco regulador para establecer las actuaciones y medidas a adoptar en caso de infracciones graves; establecer medidas de control de la difusión de los microorganismos resistentes a través de los alimentos; y promover el uso correcto de biocidas en desinfección y promocionar productos alternativos u otros métodos de desinfección en la industria alimentaria y otros establecimientos alimentarios.
Las actuaciones de prevención de la necesidad de uso de antimicrobianos y fitosanitarios serían la tercera de las líneas de la Estrategia, compuesta por cinco objetivos: implementar y consolidar programas, recomendaciones y medidas para la prevención y control de las infecciones asociadas a la asistencia sanitaria; avanzar en entornos seguros para la minimización de infecciones asociadas a la asistencia; reforzar la bioseguridad y las buenas prácticas ganaderas para disminuir el consumo de antibióticos; lograr que todas las explotaciones estén bajo la supervisión de un veterinario de explotación; y reforzar la higiene y las buenas prácticas higiénicas en todas las etapas de la producción y el procesamiento de alimentos, tanto de origen animal como vegetal.
En la cuarta línea estratégica se establecen medidas parar promover la realización de proyectos de innovación e investigación. Entre sus objetivos estarían estimular la investigación e innovación en materia de vigilancia, prevención, diagnóstico y control de la infección, las resistencias y el uso apropiado de los antimicrobianos; fomentar el acceso a los sistemas de información y bases de datos corporativos para favorecer la investigación y la innovación; impulsar la investigación en áreas de necesidad de generación de conocimiento prioritarias; apoyar el desarrollo de iniciativas públicas y privadas relacionadas con la disminución del uso de antibióticos en ganadería; desarrollar y promover una estrategia común en materia de investigación e innovación para evaluar las fuentes y el impacto de los microorganismos resistentes y de la eficacia de las prácticas de prevención de patógenos transmitidos por alimentos; incrementar el conocimiento sobre resistencia microbiana en el medio ambiente recopilando el mejor conocimiento científico disponible; fomentar la investigación sobre resistencia microbiana en el medio ambiente entre las instituciones universitarias y científicas de Andalucía; y estudiar la situación real de la resistencia microbiana en Andalucía, analizando el peso relativo de cada fuente de resistencia en el medio ambiente.
Formación y comunicación
La formación de profesionales y ciudadanía sobre la prevención y el abordaje de los procesos infecciosos y las resistencias a los antimicrobianos conforman la quinta línea estratégica que, a su vez, está compuesta por cinco objetivos estratégicos: impulsar la formación de los miembros de los equipos y los referentes de los centros responsables de la implementación de las acciones; fortalecer las competencias de los profesionales sanitarios en medidas de prevención de la infección y el uso adecuado de antimicrobianos; impulsar la formación y concienciación de los profesionales no sanitarios, pacientes y cuidadores en medidas de prevención de la infección y el uso adecuado de los antimicrobianos; diseñar materiales para el desarrollo de competencias específicas en los profesionales sanitarios y promover el desarrollo profesional y el reconocimiento curricular de dichas competencias y realizar actividades formativas.
La sexta y última línea es la relacionada con estrategias de comunicación efectiva, sensibilización y concienciación de los profesionales y la ciudadanía. Dentro de los objetivos de esta línea destacan sensibilizar y concienciar a diferentes sectores profesionales y de la ciudadanía sobre la necesidad de prevenir las infecciones y realizar un uso prudente de los antimicrobianos para frenar el problema de las resistencias; mejorar la comunicación y divulgación general de iniciativas puestas en marcha, desde todos los sectores, para afrontar las resistencias a los antimicrobianos en Andalucía; diseñar una estrategia global de sensibilización, comunicación y divulgación para la población general y para subgrupos específicos; identificar autoridades competentes y establecer procedimientos de comunicación; reforzar la comunicación y coordinación con colegios profesionales y entre las administraciones competentes, desde producción primaria a fases posteriores; incrementar la concienciación del problema de la resistencia microbiana en el medio ambiente; dar a conocer al público general el papel que desempeña el medio ambiente en la problemática de la resistencia microbiana y aumentar la coordinación y sinergias con los otros grupos de trabajo.
Sobre la resistencia a antimicrobianos
Aunque la resistencia a antimicrobianos es un fenómeno natural que confiere a los microorganismos una ventaja biológica, ha sido acelerada por el uso excesivo y mal uso de antimicrobianos en salud humana y animal, en la agricultura y también por su presencia en el medio ambiente. Este uso inapropiado y presencia ubicua ha favorecido la supervivencia de bacterias que han desarrollado mecanismos de resistencia que después proliferan y pueden transferirse a través de elementos de movilidad genéticos.
Actualmente supone una grave amenaza para la salud, ya que pone en juego la viabilidad de tratamientos efectivos de infecciones causadas por bacterias, parásitos, virus y hongos. La incidencia, cada vez más elevada, de patógenos multirresistentes para los que hay opciones de tratamiento reducidas, siendo responsables de infecciones graves y de un incremento importante de la morbilidad y mortalidad. La Organización Mundial de la Salud incluye la resistencia a antimicrobianos entre los diez principales problemas globales de Salud Pública y de los que hay que mantener una estrecha vigilancia y seguimiento.
La no acción en relación con la resistencia a antimicrobianos provocaría 10 millones de muertes anuales en el mundo de aquí a 2050. En ese momento, la resistencia a antimicrobianos se situaría como el principal motivo de mortalidad en la especie humana, por encima del cáncer o la diabetes.
Fuente: Consejería de Salud y Familias
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