La transferencia del paciente implica el traspaso de responsabilidad del cuidado del paciente a otro profesional o equipo sanitario, bien de forma temporal (relevo, cambio de turno), o de forma definitiva (otro servicio, otro centro, ámbito asistencial, sector, domicilio…). En una transferencia segura este traspaso va acompañado de un proceso de comunicación en el que se transmite toda la información identificativa y clínica del paciente, además de asegurarse que el paciente recibe y comprende la información suministrada, con el propósito de minimizar situaciones que conlleven riesgos innecesarios.