Las tecnologías de información sanitaria (TIS) constituyen un destacable factor estratégico para las organizaciones sanitarias.
En el abordaje del binomio salud y tecnologías de la información, se contemplan registros clínicos, telesalud, salud por dispositivos móviles, formación y aprendizaje a distancia, educación continua en tecnologías de la información, estandarización e interoperabilidad.
Sin duda, las TIS contribuyen a la mejora de la calidad de la atención y a la seguridad del paciente, pero al mismo tiempo, los propios sistemas introducen riesgos hasta ahora poco conocidos, con capacidad para hacer daño al paciente.
Un diseño y uso adecuados de las TIS ayuda a reducir los errores y a mejorar la seguridad del paciente, facilita la trazabilidad de los procesos asistenciales y favorece obtener buenos resultados en salud. En este sentido es en el que se ha enfocado este área.