El XX Congreso Nacional de este colectivo premia un nuevo protocolo instaurado en el postparto que evita la separación de la madre y el recién nacido, potenciando la humanización perinatal y la lactancia materna
a Unidad de Paritorio del Hospital Universitario de Valme de Sevilla, perteneciente al servicio de Ginecología y Obstetricia, ha sido premiada en el XX Congreso Nacional de Matronas celebrado en Cáceres a través de la selección de una iniciativa implantada durante la pandemia. Se trata de la instauración de forma segura de un protocolo asistencial que apuesta por la humanización perinatal, innovando en cuidados maternofetales postcesárea.
La iniciativa consiste en la implantación de un circuito diferente al establecido en la mayoría de los centros hospitalarios en el nacimiento con cesárea. En lugar de trasladar a la madre a la Sala de Reanimación Postquirúrgica, separarándolo del neonato tras la cesárea; la nueva práctica clínica posibilita la recuperación de la madre en las instalaciones del Paritorio junto a su hijo recién nacido y el acompañante elegido por la gestante, sin necesidad de romper el vínculo afectivo.
Esta dinámica se aplica de forma protocolizada en este hospital sevillano desde octubre del año 2021 a través de la coordinación de los servicios de Obstetricia y Anestesiología.
Esfuerzo por compatibilizar humanización y seguridad asistenciales
Esta distinción nacional no sólo refrenda el esfuerzo de sus profesionales por mejorar la humanización de unos cuidados; sino que, como subraya la jefa del servicio de Ginecología y Obstetricia, Rosa Ostos, “tiene el valor añadido de haberlo materializado en el contexto de la mayor complejidad definida por la pandemia”.
De este modo, durante la pandemia, el Hospital Universitario de Valme no sólo ha mantenido su programa de humanización en el parto; sino que ha posibilitado un avance en la humanización post-cesárea mediante la potenciación del vínculo entre la madre y el neonato, redoblando el esfuerzo de sus profesionales en seguridad.
Destacar que es un protocolo que tiene configurado el perfil de las pacientes candidatas. Para ello, el anestesista valora de forma individualizada a la paciente desde el punto de vista quirúrgico y anestésico, determinando su estancia allí o su traslado a la Unidad de Recuperación Postanestésica. Una determinación principalmente regida por tres apartados: patología previa, complicaciones anestésicas y complicaciones obstétricas.
Mejor práctica clínica elegida por la Asociación Andaluza de Matronas
Las numerosas candidaturas aspirantes a mejores prácticas clínicas presentadas por los diferentes hospitales de la geografía nacional han sido canalizadas por las asociaciones de matronas de cada comunidad autónoma. Entidades que han sido las encargadas de seleccionar una iniciativa por región. En total, 17 propuestas pertenecientes a cada autonomía para su valoración durante el congreso.
En el caso de Andalucía, la asociación de matronas ha seleccionado la candidatura del Hospital Universitario de Valme. Su carácter innovador, beneficios potenciales para la madre y el neonato y el valor añadido que supone esta aportación en tiempo de pandemia resumen los ítems que la han llevado a ser la mejor candidatura de Andalucía y posteriormente integrar las cuatro ganadoras en el ámbito nacional.
Precisamente, junto al hospital sevillano, el resto de propuestas ganadoras se corresponden con Canarias, Asturias y Madrid. Una selección cuyos programas asistenciales han sido presentados en la mesa de clausura denominada de `Buenas Prácticas´. En concreto, la presentación del hospital sevillano la ha llevado a cabo el matrón Jorge Romero bajo el título de `Cambio de rutinas hospitalarias por buenas prácticas en la atención a las cesáreas en la pandemia Covid-19´.
Favorece la tasa de lactancia materna y el programa `Contacto Piel con Piel´
El análisis llevado a cabo por sus profesionales sobre el funcionamiento de este protocolo asistencial en los cuatro primeros meses de implantación constata sus beneficios en diferentes ámbitos.
Los resultados reflejan cómo la humanización de la cesárea es una práctica donde el Contacto Piel con Piel (período inmediatamente posterior al parto donde la madre y el recién nacido permanecen desnudos y en contacto permanente) y la primera toma en el período sensitivo del neonato favorece la duración y las tasas de lactancia materna con respecto a la cesárea tradicional. El 96% iniciaron la primera toma de lactancia materna en la primera hora de vida y el restó no lactó por decisión materna. Por su parte, el 98,3% realizaron el programa contacto piel con piel con un tiempo medio de inicio a los 30 minutos.
Del mismo modo, el estudio refleja resultados satisfactorios en los indicadores de dolor y ansiedad: las madres presentan menos dolor (sólo por debajo del 5% precisó rescate analgésico) y, tanto madres como neonatos, minimizaron su ansiedad en el postparto.
Fuente: Consejería de Salud y Familias
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