Un grupo de trabajo ha implementado medidas de prevención que mejoran la calidad y evitan riesgos a pacientes de larga estancia
Los profesionales de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario Reina Sofía han logrado reducir la incidencia de las lesiones por presión y lesiones en los pacientes de este servicio. En este sentido, hay que tener en cuenta que el enfermo crítico presenta una serie de condicionantes de movilidad, así como la necesidad de someterse a procedimientos terapéuticos invasivos (sedación, ventilación mecánica, estado nutricional, larga estancia, etc.) que favorecen la aparición de este tipo de lesiones.
Para prevenir el mayor número posible de las mismas, el hospital ha creado un grupo de trabajo integrado por profesionales de Enfermería de la UCI compuesto por María Luisa González, Gumersindo Calvo, Francisco Cabello e Ignacio Morales, bajo la coordinación de la supervisora, Isabel Amor, y en colaboración con Lorenzo Pérez, enfermero referente de heridas crónicas y agudas del centro. Tras el análisis de la situación y basándose en el Plan de Lesiones por Presión Zero (LPP Zero), este equipo ha diseñado un paquete de medidas sencillas y muy específicas que ya están dando sus primeros resultados.
Según destaca la coordinadora del equipo, Isabel Amor, “es importante destacar que todas las medidas se basan en la mejor evidencia disponible, así como en el juicio clínico o experiencia clínica individual de cada uno de los miembros que formamos el grupo. Ha sido un trabajo muy interesante, que seguiremos desarrollando”. Las áreas temáticas claves son el cuidado de la piel, el manejo de la humedad, el manejo de presiones (cambios posturales, superficies especiales o protección local) y la nutrición.
Uno de los puntos clave en esta estrategia ha sido la difusión de información preventiva entre los profesionales de la UCI. Para ello, se ha diseñado material gráfico, se han instalado recordatorios en diferentes formatos y se ha procedido al desarrollo de un plan específico de formación continuada en la prevención y tratamiento de estas lesiones.
Además, se ha potenciado el uso de ácidos grasos hiperoxigenados (AGHO) y se han fomentado los cambios posturales, así como la realización de una continua protección con taloneras y con apósitos y el empleo de productos barreras, entre otras actuaciones. Además de contar con superficies especiales para el manejo de presión (SEMP dinámicas) en todas las camas de la Unidad.
Para Lorenzo Pérez, “esta iniciativa tiene una gran relevancia, no sólo por los resultados de mejora de la calidad asistencial, sino también porque fomenta una cultura de prevención y motiva al equipo de profesionales a estar en continuo análisis de la situación para implementar las mejoras oportunas que tenemos al alcance de la mano”.
Con esta finalidad, el grupo de trabajo ha establecido una metodología de seguimiento que permita analizar los resultados obtenidos y seguir avanzando en la mejora de la asistencia de los pacientes críticos.
Fuente: Consejería de Salud y Familias
Leer la noticia aquí.